KELTIKHÉ [cantata para Celtas y orquesta]

KELTIKHÉ
cantata para Celtas y orquesta

Allende Iberia, hacia el interior profundo, está la Tierra.
Están las montañas y el mundo.
Viejo país al que llaman Keltikhé, reino de los Celtas.
D’Obrheravt. Maigh

KELTIKHÉ pretende convertir la tradición al mundo sinfónico. Partiendo de la fuerza de la voz tradicional de las mujeres [muyeres] asturianas, nace esta gran cantata para Celtas y orquesta que unifica las conquistas de la música sinfónica occidental con la fuerza ancestral del folclore. Voces, gaitas, whistles, bouzouki, acordeón, corno y percusiones tradicionales se unen a los instrumentos clásicos para conformar esta vasta recreación del mundo celta.

Dividida en seis movimientos, se inicia con Avalon, una obertura que nos introduce de golpe en el ambiente general de la composición.

Muyeres es un amplio mosaico del poder de la voz tradicional femenina. Aquí, las canciones tradicionales procedentes de toda la geografía asturiana se mezclan con la orquesta y los instrumentos celtas para convertirse en un gran viaje sinfónico por nuestra memoria musical.

Carnac, inspirada en el misterio de las piedras bretonas, cambia de carácter para convertirse primero en más ancestral y luego en un adagio melancólico para gaita irlandesa y low whislte.

Lancelot, el cuarto de los movimientos, nos muestra otra cara de la tradición. El único romance de temática artúrica conocido en Asturias sirve para dar vida, ahora con una nueva voz tradicional solista, a la leyenda.

Lugnasad es la fiesta con la que los celtas festejaban el solsticio de verano. Utilizando un corno, un acordeón cromático y una gaita asturiana, se desarrolla una batalla festiva de instrumentos: unos contra otros y todos contra (o con) la orquesta.

Ástura, final y germen de toda la obra, surge desde la niebla para terminar con un canto tradicional a coro que une de nuevo, como en un mundo aparte, la orquesta con la más pura tradición, fundiéndose con ella hasta el climax final. La sabia inventiva musical popular hará que en nuestras cabezas resuene sin fin…

Válgame nuestra Señora,
válgame la Madre Santa.
Válgame nuestra Señora,
Nuestra Señora me valga…

Ramón Prada

2 comentarios
  1. Rosa Mª Barcala dijo:

    Un comentario breve: yo formaba parte de la JOSPA y he de decir que, a pesar de las circunstancias, disfrutamos de cada momento de la grabación , pero sobretodo de tu música. ¡Es una maravilla! Lo mismo que La noche Celta, de la cual he tocado la versión para banda en innumerables ocasiones con la Banda de Corvera. Quizás la más emotiva fue en Valencia, cuando Paco Revert había preparado una traca de fuegos artificiales sincronizada con la entrada final de las gaitas en el último número. ¡Gracias por esos momentos!

Deja un comentario